ACTUALIZACIÓN #2: Nanty Narking

EPISODIO 1: Hospital Bedlam

Con gran tristeza he llegado hoy a la funeraria del Hospital Bedlam, donde me iban a informar de los detalles de la ceremonia de mañana. El edificio estaba sombrío y lleno de muerte y decadencia. Literalmente. El hedor de la podredumbre mezclado con el olor de las flores funerarias hizo que mi nariz se arrugara, que mi garganta se elevara y que mis ojos lloraran.

Dentro de esta puerta del Hades me encontré con el sacerdote y dos personas que posiblemente se encontraron por primera vez en estas desafortunadas circunstancias. Uno era un caballero elegante con una cara altiva, el otro parecía más bien un matón callejero de aspecto lento y piernas torcidas. Incluso en esos trágicos momentos, tenía una media sonrisa en la cara y unos dedos sospechosamente nerviosos.

"Saludos, caballeros" -dije, quitándome el sombrero de copa y haciendo una reverencia-. "Estoy buscando a alguien que me hable de la ceremonia y.... de los últimos momentos de Lenore".

"¿Cómo la conoció?" preguntó el caballero con bastante franqueza y desconfianza.

"Era institutriz en casa de mi vecino, antes de venir a Londres..."

"Oh, eres tú. El que estaba enamorado de ella" -dijo el matón de la calle-.

Su franqueza me golpeó en el corazón. Creo que me sonrojé, lo que me sucede en momentos de gran inquietud, pero me recompuse y le contesté.

"Sí, teníamos un vínculo especial con la querida Lenore. Uno espiritual. Antes de irse a Londres, me dio esto." Presenté el relicario con su retrato, lo que hizo que el caballero asintiera con reconocimiento. El plebeyo silbó.

"¿Cuándo es el funeral?" Le pregunté.

"Mañana", informó el sacerdote con una voz inusualmente profunda. "La misa comienza a las 10:00 y luego el cortejo fúnebre llevará a Lenore al cementerio."

Esa imagen, que mañana se hará realidad, me mareó de desesperación.

"Caballeros, necesito verla antes de que eso ocurra. Acariciar su mano por última vez. Si no lo hago, lo más probable es que mañana haya dos entierros, ya que moriré de desesperación".

"Desafortunadamente, eso no es posible" -dijo el sacerdote inflexiblemente-.

"¿Y por qué es eso?"

"Hijo, Lenore no tiene el aspecto que te esperas..."

"Hable claro, predicador, el hombre ya está perdido" -le interrumpió bruscamente el matón-. "Nuestra generosa Lenore recibió una bala en su hermosa cara. Ni siquiera la reconocerías".

"¡¿Qué?!" Grité, conmocionado y aterrorizado. "¿Cómo es posible? ¿Fue un accidente?"

"Me temo que la gente que muere en las callejuelas no lo hace de manera aleatoria", dijo el caballero con simpatía. "Simplemente se encuentran en el lugar equivocado en el momento equivocado, con una apariencia ligeramente 'demasiado rica'. Eso es todo lo que hace falta. Le había estado rogando a Lenore que tuviera cuidado. Pero ella no escuchó...".

"¡¿Quién la mató?! ¡Caballeros, lo juro! ¡Dime quién lo hizo!"

Se miraron como si mi pregunta los confundiera. Fue el plebeyo quien finalmente habló.

"¿Quién sabe? En esta ciudad la gente es asesinada más a menudo que los asesinos son ahorcados".

Tenía un lío mental. Mi mente apenas aceptaba el hecho de que Lenore había partido de esta tierra y de repente recibo tan horribles noticias. Cerré los ojos con fuerza y escupí mi pregunta.

"Caballeros, ¿qué saben de su muerte?"

"Su cuerpo fue encontrado temprano en el East End, donde ninguna dama o caballero debería aventurarse. Su cara fue dañada por una herida de bala. No es ningún secreto que últimamente ha frecuentado voluntariamente esa zona. Nadie sabía por qué..."

"¿Nadie lo sabía?" exclamó el matón. "Estás parloteando. Ella lo sabía exactamente. Ella estaba ayudando a los pobres, gente como yo. Tenía un corazón de oro".

"Y pagó por ello con su vida."

"Ella lo hizo. Pero ella quería ayudarnos y eso la llevará directamente al cielo."

"¿Qué más sabes de su muerte?"

Se miraron el uno al otro y se pusieron de pie. Sentí que mi corazón estallaba de desesperación.

"¿Y sobre sus últimos días? ¿Su vida en Londres?"

"Puedo hablar de esto toda la noche", dijo el caballero.

"Exactamente. Yo también. Era un ángel", añadió el plebeyo.

"Por desgracia tengo que regresar ya. Pero podemos hablar de Lenore todo el día, si quieres acompañarme", propuso el caballero.

"Si la amabas tanto como ella me decía, no estoy en contra de beber por tu pérdida", propuso el plebeyo.

"El caso es más grande de lo que parece" Objetivo de la Historia logrado!

El tablero se imprimirá en la parte posterior con un nuevo mapa gráfico y se ampliará a 75x50 cm.

Ahora elija su próximo paso

Me preguntaba si debería aceptar la invitación del caballero, con quien me gustaría pasar el tiempo (si eligen esta opción, voten por A)....

...o del plebeyo, asqueroso en muchos niveles, pero mucho más directo.... y tal vez honesto (si eliges esta opción, vota por B).

Sin embargo, ninguna de estas opciones estaba ni siquiera cerca de mi resolución de ver a mi amada por última vez. Estos muchachos no me lo permitirán. Seguramente tiene que haber una manera de espiar en su lecho de muerte extraoficialmente y sin la supervisión de los ojos vigilantes de estos centinelas. Sólo tengo que despedirme de ellos y usar una estratagema apropiada (si desean hacer esto, voten por C).

Gracias y feliz juego!

Equipo PHALANX